Todo ser humano en su alma tiene un sonido muy bajito, su nota. Es el
sonido de su esencia, de su ser. Y si los actos de su vida no coinciden
con esa nota, esa persona no puede ser feliz.
Pues es una forma de explicarlo bastante gráfica. La peripecia de nuestra vida debería ser como una sinfonía, armónica y bien entonada ... sólo que a veces falla lo principal, el director (que somos nosotros mismos) incapaz de hacer seguir a la orquesta esa nota tan bajita. Un saludo cordial, César.
Qué hace uno frente a imagenes que conmueven, te las quedas en la memoria, corres a buscar hacer lo mismo o simplemente las contemplas sabiendo que es una suerte verlas...sea lo que sea que se deba hacer, yo la siento, hondo.
Llego un poco tarde. Veo que publicas espaciosamente. La idea está bien, pero ¿cómo reconocer la nota esa que suena en nuestro interior? Yo no lo veo claro. Si pudiera, me iría a viajar por África o me dedicaría a ser actor, pero he de sustituir esas notas por otras más acordes a mi realidad que es otra. Entiendo que el ser humano ha de sacrificar parte de sus notas y hacerlo contento porque merece la pena. Déjate ver. Tenía en gran estimación tu presencia. Saludos.
Enhorabuena por tu blog. Acabo de descubrirlo. Sigue haciendo fotos, se te dan genial. Ah, y con Tutti Tudela me mataste. Enhorabuena y gracias por compartir. Salud.
Este blog se creó, en un principio, para mostrar mis fotos de aficionado patoso, un lugar en donde colgarlas, pero una cosa llevó a la otra, una palabra escrita a otra y empecé a crear entradas para vomitar lo que sentía o me rondaba por el cerebro, y el blog se ha convertido en una necesidad.
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Tu entrada me ha gustado especialmente por un motivo muy concreto. El otro día comentaba a un amigo que me iba a centrar en ser feliz.
Magnifica imagen, el texto...bueno, solamente hay que leerlo.
Gracias, César.
Un placer pasarse por aquí.
;)
Pues es una forma de explicarlo bastante gráfica. La peripecia de nuestra vida debería ser como una sinfonía, armónica y bien entonada ... sólo que a veces falla lo principal, el director (que somos nosotros mismos) incapaz de hacer seguir a la orquesta esa nota tan bajita.
Un saludo cordial, César.
Gracias Anele y Zim por la visita. el placer es mio. La verdad es que las palabras de Nikita me hacen ver los sordo que estoy.
¡Se te echaba de menos César!
Y vuelves con fuerza, una imagen
magnífica a juego con el texto.
Un saludo :D
Precioso texto, y que razón...
Un saludo.
Buenísima !!! Me encanta
Qué hace uno frente a imagenes que conmueven, te las quedas en la memoria, corres a buscar hacer lo mismo o simplemente las contemplas sabiendo que es una suerte verlas...sea lo que sea que se deba hacer, yo la siento, hondo.
abrazo
criss
Llego un poco tarde. Veo que publicas espaciosamente. La idea está bien, pero ¿cómo reconocer la nota esa que suena en nuestro interior? Yo no lo veo claro. Si pudiera, me iría a viajar por África o me dedicaría a ser actor, pero he de sustituir esas notas por otras más acordes a mi realidad que es otra. Entiendo que el ser humano ha de sacrificar parte de sus notas y hacerlo contento porque merece la pena. Déjate ver. Tenía en gran estimación tu presencia. Saludos.
¡Bravo por la música, César! Esa música que nos hace mágicos...
Un abrazo.
Enhorabuena por tu blog. Acabo de descubrirlo. Sigue haciendo fotos, se te dan genial. Ah, y con Tutti Tudela me mataste. Enhorabuena y gracias por compartir. Salud.
Muy buena
Grande César, con la sombra de Belly me has matao...¡¡GENIAL!!.
Besos amigo
Estoy muy de acuerdo con la cita.
Debe ser por eso que siempre oigo una música de fondo que desentona.
Un saludo.