En
la calle San Francisco ,en Cádiz, hay una tiendecita que vende pan,
golosinas, frutos secos y bebidas. Ayer iba con Bruno paseando y entré a
comprarle algo para merendear, pues la merienda la olvidé en casa.
Cuando estaba mirando qué llevarme apareció Juan , un vecino de un amigo
que vive en el barrio de la Viña. Juan es un tipo de unos treinta y
ocho años de edad, tiene el pelo negro y
largo, la cara picada de viruela, delgado y fibroso como una pértiga,
con algún que otro diente picado y con más nervio que un filete de cinco
céntimos. Quien habla con él se da cuenta del tirón que no se trata de
un yonki reformado, sino más bien de una persona con un pequeño retraso
desde el nacimiento asociado a alguna enfermedad mental. Entró a la
tienda como de costumbre , como una moto, con sus gafas negras de
pastillero after, pantalón de chandal y una chupita de cuero. Se queda
mirando al dependiente con una sonrisa socarrona y le dice en alto:
-¿Qué pasa pishaaaaaaa!. El dependiente le contesta -Qué pasa Juan,
¿dime qué quieres?- -Un cocacola, contesta. Y saca del bolsillo un
puñado de monedas de diez y veinte céntimos, abré la palma de la mano y
se los muestra al muchacho, este coje lo que cuesta el refresco y le
dice -Juan me debes dinero pisha- -¿Qué te debo dinerooooo?, ojú no
llamarás al cobrador der frac ¿no?, y se echa a reir escandalosamente.
Se va hacia la nevera y coje la cocacola. El dependiente vuelve a
decirle: -Juan me debes dinero de otros días, y Juan dice -¿Ycuánto te
debo joe?, -Treinta céntimos -contesta el muchacho de la panedería. Al
oir treinta céntimos me quedo algo pillado y me digo para mis adentros
¡Qué hijo de puta es este tío, por treinta putos céntimos! y la tienda
llena de gente. Juan le dice que no se preocupe que se los traerá otro
día. En ese momento tomo la decisión de irme a otro sitio porque me da
por culo seguir viéndole la cara de perro pachón al tipo de la tienda y
no me da la gana gastarme mi dinero en su panadería. Pero como es de
costumbre Cádiz ,con toda su idiosincracia, me pone en mi sitio ,dando
un bofetón a mi misantropía ,y veo como el dependiente, antes de que
Juan abandone la tienda, abre un paquete de donettes (que cuesta un euro
y medio) coge la mitad del paquete y dice: ¡¡Juannnn, ven paca cohones,
pilla unos donetes que te va a caer mal el cocacola!!, y le pone los
cuatro donetes en la palma de la mano, y Juan le sonríe y le dice
¡¡¡engaaa, que grande eres io !!, se coloca sus gafas de pasti y sale
como una moto de allí.
Seguidores
Ayer cuando me dirigía a los Carnavales de la curva en Cádiz me paré ante un semáforo que estaba en rojo, entonces un señor de unos setenta y muchos años intentó cruzar el paso de cebra sin mirar. Un coche pegó un frenazo y le pitó .El conductor con gestos señalando el muñequito en rojo le dijo que a ver si miraba. El hombre se quedó quieto en medio de la calzada, se dió la vuelta y me clavó su mirada. Entonces vi esos ojos que eran cómo dos interrogantes y me vino a la cabeza la mirada de mi suegra cuando el Alzheimer la empezaba a devorar. Esa mirada asutadiza y perdida. Me dije ,¡ofú!, otro pobre hombre a quien esa cruel enfermedad le está haciendo estragos. Le cogí del brazo y mientras cruzábamos me dijo unas palabras que me helaron. "Cualquier día de estos me atropellan. Hace muy poco que acaba de fallecer mi mujer y no hago nada más que pensar". Me equivoqué. No estaba perdiendo recuerdos y memoria. Estaba saturado de ellos.
(cuando las ondas no nos llegan con nitidez, o no llegan, simplemente).
Hace tiempo, unos años atrás, mientras conducía hacia un lugar, con unas personas, a mitad del camino puse la radio para escuchar las noticias y hacer más ameno el viaje. Para variar, el noticiario trataba de casos de corrupción en política. El tema estrella de la semana era el caso de un alcalde que se había agenciado de las arcas públicas un chorro de pasta y había dejado el ayuntamiento tiritando. Ipso facto todos empezamos a rasgarnos las vestiduras, “…hay que ver que mancha de hijos de puta”, “yo a esos tíos les colocaba una soga al cuello”, “con esta mierda de justicia, seguro que está en la calle a los dos días”, y bla bla bla bla. El caso es que llegamos a nuestro destino y allí dentro del coche se quedaron los ecos de la conversación.
Al cabo de dos meses, volví a coincidir con estas personas en mi coche y repetí la misma operación, encendí la radio, pero al cabo de unos segundos pudimos comprobar que se escuchaba a trompicones, había interferencias y las palabras eran inteligibles por lo que decidí apagarla. Pasados unos cuantos kilómetros paré en una gasolinera y al regresar al coche después de pagar pude comprobar que me habían robado la antena la noche anterior. Entré y lo comenté allí a los presentes, y entonces escuché de sus bocas sin interferencias… “joder, vaya putada, a mí me la robaron hace tiempo, pero un día de borrachera cogí la de otro coche”, “yo igual, a mí me la han robado dos veces y en el parking del Mercadona se la quité a otro”, “¿tú quieres una?, mi marido es la polla, seguro que te la consigue”.
Espero empezar pronto con nuevas entradas, después de este largo parón.. Por lo pronto os dejo con una fotografía que saqué hace unos años en San Petesburgo.
¿Vemos las cosas como son o como somos?
Bruno durmiendo al calor del fuego
A veces los astros, digo los astros de cada uno, se alinean de tal manera que todo por un momento parece funcionar como una maquinaria de precisión, con inexorable exactitud, con una perfección asustadiza, al mínimo detalle.
Hoy pasó.
He ido a buscar, con mi hijo, a mi mujer al trabajo en Càdiz y al salir hemos ido a un bar por el que tenemos cierta predilección. Es un bar muy normalito a simple vista , donde no tiene cabida el nuevo diseño bombardenate de ahora, uno de esos lugares que los hace especiales la clientela ,los dueños, en este caso dos hermanas que se hacen notar por su saber estar y simpatía, y ese halo mágico respirable que a veces rodea a ciertas personas y espacios.
Después de tres o cuatro riojas, todo fluyó. Los buenos recuerdos pasados con amigos de la infancia, con amigos de trabajos ya dejados, viejas sensaciones, afloraron como si estuviesen esperando hace tiempo a que alguien los desempolvasen, y entonces la boca y las entrañas se me han llenado de alegría y sabores dulces, y he tenido que mandar unos cuantos te quieros por sms. Luego todo siguió como cabía esperar, besos con Belly con Bruno, conversaciones, sonrisas, miradas, y complicidad con los demás habitantes del bar. Para rematar al llegar a casa recibo una conversación telefónica de unos amigos recien estrenados como padres, que me ha recordado lo maravillosa que a veces es , como dijo alguien, esta enfermedad mortal de transmisión sexual que es la vida.
Bueno, no voy a abusar de esta alineación mágica, voy a escuchar una de Chet Baker con los ojos cerrados y me voy a la cama a sellar este día.
Una editorial italiana vio una foto de mi hijo Bruno en brazos de Belly y me pidió si podían utilizarla com portada de un libro de puericultura - pediatría., claro, cediéndoles los derechos y sin ver un euro. Les dije que sí y este mes sale a la venta dicho libro. La verdad es que me ha hecho mucha ilusión. Os dejo la portada del libro. Saludos amigos.
(sombra de Belly sobre trompetista en pared)
Todo ser humano en su alma tiene un sonido muy bajito, su nota. Es el
sonido de su esencia, de su ser. Y si los actos de su vida no coinciden
con esa nota, esa persona no puede ser feliz.
Nikita Mijalkov
Foto de Bruno, mi hijo.
"... Mi gran placer sensual ha derivado siempre - aún hoy persiste esa jerarquía- de la felicidad de los ojos. Ni el orden melódico más exquisito, ni el aroma más raro, ni el contacto de la piel humana más dorada y suave, ni el vino, ni el beso, pueden procurarme el goce que los ojos me brindan. Tampoco, como para ciertas mentes superiores, el juego filosófico con cuanto implica de estímulo trascendente, suple para mí lo que los ojos me regalan. Ni siquiera el juego poético que tanto amo. Los ojos son para mí las compuertas por las cuales penetra en mi interior el río rumoroso y tornasolado del mundo".
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Fragmento del libro "Bomarzo" de Manuel Mújica Láinez.
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Torero portugúes ( hecha en Évora)
La foto salió movida, y a Belly se le movieron también las entrañas esa tarde, ¡no puedo con esto!, me dijo con las mejillas húmedas por las lágrimas.
He visto muchas películas que tratan de una u otra manera el amor, algunas de ellas inolvidables como Memorias de África, El jardinero fiel, Casablanca, Drácula de Coppola, etc..., pero esta escena de Lugares Comunes es sublime, sería incapaz de añadirle una frase más o quitarle alguna palabra, creo que se trata de la mejor definición de amor jamás creada en el celuloide, y no ha hecho falta una banda sonora de lujo, ni escenarios aparatosos, ni mega estrellas norteamericanas, tan sólo una biblioteca y poco más de cinco minutos de conversación en estado puro. Disfrútenla.
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Llevo cuatro días con unas anginas terribles, que además, por unos medicamentos inadecuados, se complicaron, y se pusieron llenas de pus y causándome fiebre muy alta, hoy por fin parece que empiezo a mejorar (despues de cuatro pinchazos) y me han dado tregua para poder conectarme un ratito.
Cuando estamos enfermos recordamos que debemos valorar más los momentos que gozamos de buena salud.
Ayer el dolor y la fiebre me mantuvieron despierto durante toda la noche (y la anterior) y eso tiene unas consecuencias directas, tiempo para pensar.
Todavía conservo, en ocasiones, cierta buena virtud que es la empatía, y cuando estoy realmente jodido, en cuanto a salud se refiere, siempre me viene a la memoria la gente que no tiene medios, quizás porque he vivido seis años en Ceuta y he visto de cerca como vive nuestro vecino Marruecos. Yo en estos cuatro días he visitado tres médicos, uno de guardia, uno de cabecera , y un otorrinolaringólogo, he comprado las medicinas que he necesitado y estoy recuperándome en mi casa.
A veces, y aunque quede egocéntrico, pienso que el mundo gira alrededor de mí , como cuando aprendes una nueva palabra y no paras de escucharla luego, o cuando lees un libro de un autor que creías desconocido y de repente aparece su aniversario en la televisión. Esto lo digo porque cuando estaba anoche pensando en la "suerte" que tenemos de vivir como vivimos pusieron en la dos un documental sobre una familia de Guatemala y sus diez hijos que sobreviven al día por menos de un euro, no sé si fue porque estaba débil y bajo de defensas, o por estar sumamente sensible con los niños porque tengo uno de un añito, o porque realmente sentí otro dolor que no era el de la infección, lo único que sé es que cuando acabé de verlo lloré como un niño y me entraron ganas de arrancarme las amigdalas con las manos.
HISTORIAS DEL MILENIO "GUATEMALA"
Y entonces dije las dos palabras que definen el egoísmo más nítido, "te quiero".
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Escrito en una pared:
Documental de Redes que aconsejo ver, no tiene desperdicio: El suicidio se puede evitar
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En mis años de mozo de instituto, de dura e incomprendida adolescencia, de hormonas desenfrenadas y de laberintos sin salidas a la vista de uno , me encantaba Extremoduro, con algunas de sus letras me identificada totalmente ,eso sí, siempre a mi manera, esta es un ejemplo:
...¡¡anda, es maravilloso!!. ¡ya no me importa lo que piensen de mí los demás!. ¡¡¡Estoy curado!!!.
Necesitaba comprar pañales, verduras para los potitos del niño y algo para cenar, así que me dirigí al supermercado más cercano de casa . Cuando llegué cogí una cestita y fuí en busca de lo apuntado en la lista. En el supermercado suelo ser metódico, (me lo enseñó mi mujer), para no ir dando vueltas como un loco empiezo por un pasillo y voy recoriéndolos todos de manera ordenada, así que primero pasé por la perfumería que ya se estaba engalonando para las navidades, en estas fechas triplican los probadores, me perfumé con disimulo, haciendo como que me echo en las muñecas y aprovechando me embadurno de lo lindo, luego pasé por la charcutería donde se amontonan cientos de jamones de todos los pelajes y bolsillos, a continuación giré por la pastelería donde a granel puedes llenar la bolsa de deliciosos pastelitos y mantecados navideños, viré por la zona de verduras y hortalizas para finalizar por el pasillo de artículos de bebés, cuando creí tener todo recordé que no había cogido nada para cenar, el cuerpo me pedía pescado, por lo que fuí a la pescadería, cogí el número, y mientras esperaba mi turno fui mirando el género que había... y volvió a ocurrir, allí estaba el letrero del puto pescado ese "PERCA DEL NILO", y volvió el pellizco en la barriga, y los recuerdos de las escenas del documental de Hubert Sauper que ví hace ya dos años, miré la cesta llena de víveres, los que estaban y no en la lista, y volví a sentir lo jodidamente afortunado que soy porque mi madre me parió aquí, porque mi hijo come verduritas con carne o pescado cada semana, porque mi familia está sana y cuando no lo está es atendida por especialistas, porque tengo un hogar, un buen trabajo..., pero al cabo de un rato, reflexioné un poco más, y caí en la cuenta, en realidad no es que sea afortunado, no existe tal suerte, ni el azar, ni esa casual línea entre lo blanco y lo negro, estoy así de bien porque vivo, o vivimos, a costa de la vida de otros, como los parásitos, y entonces ya no me creí afortunado, sino que sentí vergüenza.
DOCUMENTAL LA PESADILLA DE DARWIN (Hubert Sauper)
PRIMERA PARTE
SEGUNDA PARTE
Cortan unas cinco veces al día , luego al ratito de la ruptura vuelven a ser apasionados novios, a veces la reconciliación se sella de camino hacia el aula con un beso clandestino en las zonas más oscuras de las escaleras. Durante las clases apenas hablan entre ellos, tan sólo un disimulado roce con el meñique en la espalda del otro, una cogida de manos bajo la mesa, alguna mirada de complicidad, él por encima de sus gafas de pasta y ella entre los huecos del flequillo, o simplemente se intercambian papelitos escritos con frases de amor con el mismo sigilo que trafican los camellos, esos pequeños trozos de papel contienen frases como te hamo, te quiero, techo menos mucho, lo eres todo paramí... Así se pueden pasar toda la jornada, lo tiene claro, la única misión que tienen que realizar en el día es quererse, desde que se levantan por la mañana el pensamiento del uno está en el otro, madrugar para ir al colegio de educación especial ha cobrado para ellos sentido ahora, y no tiene dudas, el aprendizaje de las matemáticas, la lectura, el taller de carpíntería o costura todavía pueden esperar, su HAMOR no.
Cada vez que los veo me viene esta canción a la cabeza.
Colgó el teléfono, lo guardó en la cazadora y siguió su camino hacia el coche que se divisaba a lo lejos al pie de una pequeña colina, al poco tiempo de reanudar la marcha, captó su atención el sonido de una algarabía formada por una treintena de gorriones que se arremolinaban frenéticamente en un charco para mojarse las plumas y saciar la sed, él se quedó parado un instante observando la escena fijamente, sin mover ni un sólo músculo de la cara, comos si analizase detalladamente cada movimiento que éstos hacían, seguido, cargó la escopeta con dos cartuchos, apuntó al centro del charco y realizó un disparo, volvío a colocársela al hombro y continuó andando, cuando llegó al coche abrió la puerta y dejó la escopeta en el asiento del copiloto, encendió el motor, volvió a coger el arma y se metió el cañon en la boca. Mientras tanto, en el charco todavía revoloteaban agonizantes algún que otro gorrión que intentaban en vano ponerse en pie y retomar el vuelo, fue etonces cuando se escuchó un segundo disparo, serían la seis y media de la tarde.
Recientemente le han otorgado el Premio Nacional de Fotografía a Gervasio Sánchez, fotógrafo que con sus trabajos nos muestra las atrocidades que trae consigo toda guerra. Al oír la noticia me alegré por él, pues pensaba que después de su famoso discruso del 2008, cuando recogió el Premio Ortega y Gasset de periodismo y dijo tantas verdades a la cara de muchos que no se lo esperaban, no le volverían a dar otro premio más en España. Enhorabuena Gervasio por este reconocimiento a tu trabajo.
_____...¡¡A nosotros no nos pasará!, hubiésemos dicho todos , si a uno por uno nos hubiesen preguntado en ese momento, mientras apurábamos la novena caña noctámbula entre risas y sueños veinteañeros.
¡Maldita sea!.
LIBRO LEIDO MES DE NOVIEMBRE 2011
LIBRO LEIDO MES DE OCTUBRE 2011
LIBROS LEIDO MES DE AGOSTO 2011
LIBROS LEIDO MES DE JUNIO 2011
LIBRO LEIDO MES DE MAYO 2011
LIBRO LEÍDO MES DE ABRIL 2011
LIBROS LEIDOS MES DE MARZO 2011
LIBROS LEIDOS MES DE FEBRERO 2011
LIBRO LEIDO MES DE ENERO 2011
LIBROS LEIDOS MES DE DICIEMBRE 2010
LIBROS LEIDOS MES DE NOVIEMBRE 2010
LIBROS LEIDOS MES DE OCTUBRE 2010
LIBROS LEIDOS MES DE SEPTIEMBRE 2010
LIBROS LEIDOS MES JUNIO-JULIO 2010
Sigo con el Quijote, pero en el club de lectura de la biblioteca de Cádiz (del cual soy nuevo miembro) estamos leyendo Leer "Lolita" en Teherán de Azar Nafisi, por ahora llevo pocas páginas así que más adelante , cuando avance o lo termine, ya os contaré cómo está, de todas formas si alguno de vosotros lo leyó me gustaría saber su opinión. Para aquellos que estén interesados os dejo una breve sinopsis del libro:
Leer Lolita en Teherán de Azar Nafisi:
Enero 2010. Sé que debería haberlo leído hace tiempo pero, por hache o por be, nunca lo hice, y ahora estoy acabando la primera parte y estoy encantado, es una auténtico disfrute. Nunca es tarde si la dicha es buena.
Don Quijote de la Mancha , Miguel de Cervantes
Siempre he sido reacio a empezar un nuevo libro si todavía no he acabado la lectura del que tengo entre manos. La idea que percibía, o creía percibir, era la que se tiene al intentar ver dos películas a la vez, suponía que con el tiempo mezclaría los personajes, escenarios, situaciones, etc (confío poco en mi cabeza). Pero he descubierto que aumenta notablemente mi avidez por la lectura y mi capacidad de atención si compagino alguna novela con algún otro libro de relatos, cuentos, ensayos o libros didácticos.
En estos momentos llevo a cabo la lectura de tres libros, son Ética para Amador de Fernando Savater, Cuentos de Edgar Allan Poe y La peste de Albert Camus.
Aquí dejo información sobre los autores y sus obras:
Lee aquí Ética para Amador
Lee aquí Cuentos de Edgar Allan Poe
En estos momentos estoy leyendo "León el Africano" de Amin Maalouf, creo que lo terminaré antes de que empiece el mes de junio. Por ahora tan sólo decir que a quién le guste los relatos de viajes y la historia no debe pensárselo a la hora de elegir este libro. Aquí os dejo un fragmento de la sinopsis del libro:
Durante la época de crisis en que dos grandes imperios pugnan por la supremacía en el Mediterráneo, un hombre nacido en Granada poco antes de la caída de la ciudad en manos cristianas vive una aventura extraordinaria, uniendo en su experiencia Oriente y Occidente, el mundo cristiano y el Islam. La fecunda imaginación de Amin Maalouf nos guía a través del portentoso periplo que entonces inicia quien acabará siendo conocido como LEÓN EL AFRICANO: exiliado en Fez, como tantos árabes andaluces, Hasan, hijo de Mohamed el alamín, conocerá la misteriosa ciudad de Tombuctú y los quince reinos negros que separan el Níger y el Nilo, El Cairo y Constantinopla, y, finalmente, la fascinante Roma del Renacimiento, antes de encontrar sosiego,después de numerosos avatares, de regreso en su continente natal.
Leyendo un artículo del XLSemanal me topé con Miroslav Tichý, un artista checo cuya vida bien vale un guión en Hollywood. Aquí os dejo un enlace para que sepais algo de tan peculiar personaje.
Las modelos de Tichý
Cádiz. Última hora de la tarde. Calle casi desierta, a excepción de David, hijo de mi amigo el artista gaditano, especialista en reconstrucción de uniformes históricos, Miguel Ángel Díaz Galeote. David, que tiene catorce años, acaba de salir del colegio y espera sentado en la parada el autobús que lo lleve a casa. Pasa algún coche de vez en cuando. Al rato, atento a la llegada del transporte, ve acercarse una bicicleta desde el extremo de la calle. Sin prestarle atención, sigue hojeando los apuntes que tiene sobre las rodillas, porque dentro de tres días hay examen y lo lleva crudo. Mientras tanto, despacio, la bici llega hasta él. David levanta la vista y comprueba que se ha detenido y que, apoyado en el manillar, lo observa un chico un par de años mayor que él. Uno de esos pishas gaditanos de toda la vida: moreno, escurrido de carnes, pantalones de chándal y camiseta del Cai. El recién llegado lo mira muy fijo. Tiene el aire clásico de los zagales duros de allí. Así que David, pese a ser un crío tranquilo, se mosquea un poco.
–Dame er dinero, quiyo –dice el de la bicicleta.
Los pocos coches que pasan no se percatan de la situación; y aunque así fuera, que se detuvieran es otra cosa. David, que no tiene un pelo de cobarde, tampoco lo tiene de chuleta, ni de tonto. Sabe que allí solo, frente a uno de dieciséis años, va listo. Indefenso total. Así que lo mira a los ojos, procurando no mostrar más preocupación que la justa.
–Sólo llevo un euro –responde–. Para el autobús.
Habla con la calma de quien dice la verdad. El otro lo mira de arriba abajo, despectivo, apoyado en el manillar. Por un momento, David piensa en el reloj que lleva en la muñeca, regalo de sus padres. Espero que no le dé por quitármelo, se dice. Pero al otro sólo le interesa el metálico.
–Vacíate los borsiyos.
Resignado a lo inevitable, David obedece. Deja los apuntes en el suelo y se levanta. Su único capital, el solitario y patético euro, reluce en la palma de su mano. Sin dejar la bici, el otro se apodera del botín. Luego se aleja pedaleando tranquilamente, haciendo eses por la calzada. David suspira, coge sus apuntes y echa a andar por la acera, en la misma dirección por la que se aleja el precoz chorizo que acaba de arrebatarle su capital. Media hora hasta casa, calcula. Algo menos si camina deprisa. A trechos se sorbe un poco la nariz. No está avergonzado –es un chaval sereno y sabe que la vida es así–, pero siente picado el orgullo. Si el otro hubiera tenido su edad, el euro habría tenido que quitárselo a golpes, si se atrevía. Pero las cosas son lo que son. Así que aprieta el paso, inquieto porque llegará tarde a cenar y su madre estará preocupada.
–¿Aónde vas, quiyo?
El joven atracador, que al volverse a mirar atrás lo ha visto caminar, acaba de describir una curva con la bicicleta y ahora pedalea a su altura, mirándolo con curiosidad. Sin aflojar el paso, ceñudo, David responde.
–¿Dónde voy a ir? A mi casa.
–¿Andando?
–Me has quitado el euro.
El otro se queda pensando. Luego le pregunta dónde vive, y David se lo dice. En la calle tal, número cual. Durante un trecho, el pisha sigue pedaleando a su lado, el aire reflexivo, mirándolo de reojo. De pronto frena.
–Sube, quiyo. Que te yevo.
–¿Qué?
–Que subas, oé.
Y entonces, David, con la naturalidad de sus benditos catorce años, se instala en el único asiento de la bici y se agarra a los hombros del choricillo, que, de pie sobre los pedales, sin sentarse, lo lleva tranquilamente por la avenida, durante diez o doce minutos, hasta la puerta misma de su casa.
–Gracias –dice al bajarse.
–De nada, quiyo.
Y el joven atracador se aleja muy digno, pedaleando. Dicho en una palabra: Cádiz.
ARTURO PÉREZ REVERTE
Un tarde mientras cocinaba y escuchaba de fondo la televisión que me había dejado encendida, pusieron un anuncio y escuché esta voz que me cautivó. Busqué en internet y di con el grupo...Anthony & The Jhonsons
Aquí dejo otro artículo de Arturo Pérez-Reverte, para mí sin desperdicio ninguno.
El gudari de Alsasua
Tengo delante un mural callejero en plan épico, al estilo de los del IRA: un aguerrido combatiente por la libertad y la independencia, remangado y viril, puño en alto y Kalashnikov en la otra mano, con las palabras Euskal herría dugu irabazteko –tenemos que ganar Euskalerría– pintadas al lado. Y qué bonito y alentador sería todo eso, me digo al echarle un vistazo, como ejemplo para jóvenes y demás, si la patria a la que se refiere el mural hubiera sido invadida por los ingleses en el siglo XII, y luego hubiese sufrido guerras de exterminio y represiones cruentas, con miles de deportados a las colonias –véanse las guías telefónicas de Estados Unidos y Australia–, y en 1916 hubiera vivido una insurrección general con combates callejeros y muchos fusilados, y luego independencia con amputación territorial, domingos sangrientos con soldados asesinando a manifestantes, y junto a las ratas pistoleras de coche bomba o tiro en la nuca y salir corriendo, que las hubo y no pocas, hubiese habido también, que nunca faltaron, cojones suficientes para asaltar a tiro limpio cuarteles y comisarías, jugándosela de verdad, mientras en las calles los niños se enfrentaban con piedras al Ejército británico. Etcétera.
Pero resulta que no. Que de Irlanda, nada. Que el mural al que me refiero está en una calle de Alsasua, Navarra, y que la patria a la que se refiere, integrada con el resto de los pueblos de España, partícipe y protagonista de su destino común desde los siglos XIII y XIV, goza hoy de un nivel de autonomía y autogobierno desconocido en ningún lugar de Europa, incluida la parte de Irlanda que aún es británica. O sea, que no es lo mismo; por mucho que se busquen paralelismos con lo que ni es ni nunca fue, y por mucho que ciertos cantamañanas que no tienen ni pajolera idea de las historias irlandesa y vasca sigan el juego idiota de la patria oprimida. Aquí, ahora, los oprimidos son otros. Por ejemplo, los dos pobres ecuatorianos de la T-4, oprimidos por toneladas de escombros.
Y ahora, la pregunta del millón de mortadelos: si faltan cojones y fundamento histórico, si los heroicos gudaris del mural de Alsasua no son, aquí y ahora –basta ver sus fotos y leer su correspondencia cuando los trincan–, sino doscientos tiñalpas incultos y descerebrados, sin otra ideología que la violencia irracional al servicio de quimeras difusas e imposibles, ¿cómo es posible que esos fulanos, sin otra inquietud intelectual que averiguar cuáles son los polos positivo y negativo de las pilas que harán estallar la bomba o el lado de la pistola por donde sale la bala, hayan conseguido que toda España esté pendiente de ellos, que la política nacional sea tan crispada y sucia que hasta los emigrantes terminen dividiéndose, y que, como en los viejos tiempos, periodistas de Telemadrid sean atacados por ultrafachas y lectores con El País bajo el brazo se vean perseguidos al grito de rojos e hijos de la gran puta?
En mi opinión –que comparto conmigo mismo–, tanto disparate prueba que ETA no es el problema. Que en realidad es sólo un pretexto para que nuestra ruindad cainita, nuestra miserable naturaleza, se manifieste de nuevo. Ni siquiera la perversa imbecilidad de los partidos políticos, incluida la permanente mala fe de los nacionalistas, justifica la situación. ETA y sus consecuencias son sólo un indicio más de nuestra incapacidad para obrar con rectitud. Síntomas de la sucia España de toda la vida, enferma de sí misma; la del rencor y la envidia cobarde; la del por qué él y yo no; la que desprecia cuanto ignora y odia cuanto envidia; la que retorna pidiendo cerillas y haces de leña, exigiendo cunetas y paredones donde ajustar cuentas; la que sólo se calma cuando le meten dinero en el bolsillo o ve pasar el cadáver del vecino de quien codicia la casa, el coche, la mujer, la hacienda. Al observar el comedero de cerdos en que, con la complicidad ciudadana, nuestra infame clase política ha convertido treinta años de democracia bien establecida, se comprenden muchos momentos terribles de nuestra historia. ETA es sólo una variante analfabeta, una degeneración psicópata más. Sin ETA, con Franco o sin él, con Felipe V o el archiduque Carlos, sin los Reyes Católicos o con la madre que los parió, seguiríamos siendo gentuza que si no extermina al adversario es porque no puede; porque ahora está mal visto y queda feo en el telediario. Pero si retrocediéramos en el tiempo y nos dieran un Máuser, un despacho de Gobernación, una toga de juez en juicio sumarísimo, llenaríamos de nuevo los cementerios.
El problema no es ETA. Ni siquiera nuestros miserables políticos lo son. El problema somos nosotros: la vieja, triste y ruin España.
Hay canciones que tan sólo hace falta escucharlas una vez para saber que estan hechas para ti, ya sea por la voz del cantante, por el ritmo, o por definir alguna sensación que con las palabras nos costaría la misma vida. Esta es una de ellas.
-¡Oh, figura femenina! ¡Cuán gloriosa eres!
Hidegarda de Bingen creía que la sangre que mancha es la sangre de la guerra, no la sangre de la menstruación, y abiertamente invitaba a celebrar la felicidad de haber nacido mujer.
Y en sus obras de medicina y ciencias naturales, únicas en la Europa de su tiempo, se había atrevido a reivindicar el placer femenino en términos insólitos para su tiempo y su iglesia. Con sabiduría sorprendente en una abadesa puritana, de muy estrictas costumbres, virgen entre las vírgenes, Hidegarda afirmó que el placer del amor que arde en la sangre es más sutil y profundo en la mujer que en el hombre:
-En la mujer, es comparable al sol y a su dulzura, que delicadamente calienta la tierra y la hace fértil.
Un siglo antes que Hidegarda, el célebre médico persa llamado Avicena había incluido en su "Canon" una descripción detallada del orgasmo femenino, a partir del momento en que los ojos de ella empiezan a enrojecer, su respiración se acelera y comienza a balbucear.
Como el placer era un asunto masculino, las traducciones europeas de la obra de Avicena suprimieron la página.
Eduardo Galeano Espejos, Una historia casi Universal. p.81
Este grupo, su música, sus letras, marcó de una u otra manera aspectos de mi adolescencia.
Aqui dejo un enlace para quien quiera saber más de este grupo, y un tema más de su nuevo disco "La ley innata".
EXTREMODURO
Pocas canciones definen, para mi, el amor.
CONTIGO
Yo no quiero un amor civilizado,
con recibos y escena del sofá;
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado
con ganas de llorar.
Yo no quiero vecinas con pucheros;
yo no quiero sembrar ni compartir;
yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz.
Yo no quiero cargar con tus maletas;
yo no quiero que elijas mi champú;
yo no quiero mudarme de planeta,
cortarme la coleta,
brindar a tu salud.
Yo no quiero domingos por la tarde;
yo no quiero columpio en el jardín;
lo que yo quiero, corazón cobarde,
es que mueras por mí.
Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.
Yo no quiero juntar para mañana,
no me pidas llegar a fin de mes;
yo no quiero comerme una manzana
dos veces por semana
sin ganas de comer.
Yo no quiero calor de invernadero;
yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin ti.
No me esperes a las doce en el juzgado;
no me digas volvamos a empezar;
yo no quiero ni libre ni ocupado,
ni carne ni pecado,
ni orgullo ni piedad.
Yo no quiero saber por qué lo hiciste;
yo no quiero contigo ni sin ti;
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
es que mueras por mí.
Letra de Sabina, cantada por Niña Pastori
Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros –aquí matizaré ministros y ministras– de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera. No quiero que acabe el mes sin mentaros –el tuteo es deliberado– a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.
Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana –que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural–, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña. Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones.
Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente –recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española–. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos». Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p’alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.
Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado.
Este poema pertenece al poemario Cuenta atrás, publicado por Francisco M. Ortega Palomares
IDEARIO
Me da vértigo el punto muerto
y la marcha atrás,
vivir en los atascos,
los frenos automáticos y el olor a gasoil.
Me angustia el cruce de miradas
la doble dirección de las palabras
y el obsceno guiñar de los semáforos.
Me da pena la vida, los cambios de sentido,
las señales de stop y los pasos perdidos.
Me agobian las medianas,
las frases que están hechas,
los que nunca saludan y los malos profetas.
Me fatigan los dioses bajados del Olimpo
a conquistar la Tierra
y los necios de espíritu.
Me entristecen quienes me venden clines
en los pasos de cebra,
los que enferman de cáncer
y los que sólo son simples marionetas.
Me aplasta la hermosura
de los cuerpos perfectos,
las sirenas que ululan en las noches de fiesta,
los códigos de barras,
el baile de etiquetas.
Me arruinan las prisas y las faltas de estilo,
el paso obligatorio, las tardes de domingo
y hasta la línea recta.
Me enervan los que no tienen dudas
y aquellos que se aferran
a sus ideales sobre los de cualquiera.
Me cansa tanto tráfico
y tanto sinsentido,
parado frente al mar mientras que el mundo gira.
Te he dejado en el sillón las pinturas y una historia en blanco.
No hay principio ni final, sólo lo que quieras ir contando.
Y al respirar, intenta ser quien ponga el aire,
que al inhalar te traiga el mundo de esta parte.
Te he dejado en el sillón las pinturas y una historia en blanco.
Yo me marcho a otro lugar, puede que el viaje sea largo.
La burbuja en que crecí nos vendió comodidad
y un nudo entre las manos.
Yo escogí la ambigüedad, tú el fantasma y lo real,
todo en el mismo barco.
Y al respirar, propongo ser quien ponga el aire
que al inhalar me traiga el mundo de esta parte.
Y respirar tan fuerte que se rompa el aire,
aunque esta vez, si no respiro es por no ahogarme.
...intenta no respirar...intenta no respirar...
Y al respirar, propongo ser quien ponga el aire
que al inhalar me traiga el mundo de esta parte.
Y respirar tan fuerte que se rompa el aire,
aunque esta vez, quizá será mejor marcharse.
(Letra y música del grupo Vetusta Morla)