Seguidores



Ayer cuando me dirigía a los Carnavales de la curva en Cádiz me paré ante un semáforo que estaba en rojo, entonces un señor de unos setenta y muchos años intentó cruzar el paso de cebra sin mirar. Un coche pegó un frenazo y le pitó .El conductor con gestos señalando el muñequito en rojo le dijo que a ver si miraba. El hombre se quedó quieto en medio de la calzada, se dió la vuelta y me clavó su mirada. Entonces vi esos ojos que eran cómo dos interrogantes y me vino a la cabeza la mirada de mi suegra cuando el Alzheimer la empezaba a devorar. Esa mirada asutadiza y perdida. Me dije ,¡ofú!, otro pobre hombre a quien esa cruel enfermedad le está haciendo estragos. Le cogí del brazo y mientras cruzábamos me dijo unas palabras que me helaron. "Cualquier día de estos me atropellan. Hace muy poco que acaba de fallecer mi mujer y no hago nada más que pensar". Me equivoqué. No estaba perdiendo recuerdos y memoria. Estaba saturado de ellos.

0 Responses so far.